Por: Pablo Cuellar
Desde que se instauró la “Liga MX”
como un organismo independiente a la Federación Mexicana de Futbol, Decio de María
ha tratado, a como dé lugar, de recuperar la credibilidad que el futbol
mexicano fue perdiendo con el paso de los años. A lo largo de su carrera como
directivo en el futbol nacional, Decio se ha desempeñado, si no como la figura
clave, ha sido el hombre más importante en cuanto a decisiones en la FMF,
Selecciones Nacionales, y ahora al frente de la Liga MX.
De María acaba de cumplir 10 años
al frente de las instituciones más importantes del futbol mexicano. Durante una
asamblea efectuada el 20 de enero del 2004, Emilio Azcárraga, Salinas Pliego y
Justino Compean, este último elogiando sus conocimientos sobre economía,
nombraron como Secretario General a De María. Con su llegada a la Federación,
los actos con los que buscaría dar una imagen incorruptible, no se hicieron esperar. Como primera decisión, se optó por desafiliar
al Club Querétaro y al Club Irapuato, por sus presuntos nexos con el narcotráfico.
Un año más tarde, la Federación Mexicana trató de ocultarle a la prensa un caso
de dopaje. Los seleccionados nacionales Aarón Galindo y Salvador Carmona,
fueron separados del grupo que estaba a punto de tener participación en la Copa
Confederaciones del 2005 en Alemania, esto tras dar positivo en un examen
antidoping. Aarón Galindo pudo retomar su carrera, no así “Chava” quien fue
suspendido indefinidamente por reincidir en el consumo de sustancias
prohibidas.
Los focos rojos se encendieron en
el proceso eliminatorio para el mundial de Sudáfrica 2010. Después de terminado
el proceso de Ricardo Antonio La Volpe tras el mundial de Alemania 2006, Hugo Sánchez
tomó las riendas del tricolor como nuevo estratega. El “Pichichi” prometía un
campeonato mundial sólo con trabajar la mentalidad del futbolista mexicano. El
panorama no fue fácil para “El Macho”, ya que sufrió los primeros casos de
indisciplina por parte de los seleccionados tras el término de la Copa Oro del
2007 en donde la selección mexicana perdió la final en Chicago ante Estados
Unidos con un soberbio gol de Feilhaber (5). Argumentando cansancio, algunos
seleccionados decidieron no continuar con el TRI que se preparaba para disputar
la Copa América en Venezuela. Con un plantel renovado y con una notable
actuación de los jugadores del Pachuca campeón de la Copa Sudamericana, la
selección nacional obtuvo el tercer lugar del certamen tras vencer a Uruguay
por un marcador de 3 a 1.
Hasta ese año el panorama era bueno
para el estratega mexicano. Ante la inconformidad de los directivos, tras
perder el pase a la Copa Confederaciones, la exigencia para Hugo era mayor. Con
un plantel de jóvenes “promesas”, tenía que ganar el preolímpico que se jugaría
en Estados Unidos y de esta manera, obtener el pase para asistir a los JO. La
presión afectó al plantel y el nerviosismo hizo acto de presencia. Las cosas se
complicaron y ante la imposibilidad de meterle más de 4 goles a la selección de
Haití, directivos, periodistas y uno que otro aficionado pedían la destitución
de Hugo Sánchez. Sven sería el encargado de llevar a México al continente
africano, pero su poco conocimiento del español y del futbol mexicano, termino
por traer a Javier Aguirre. Se tomó de nuevo el rumbo correcto, se sacó del retiro
a Cuauhtémoc y se calificó al mundial.
Más de uno comenzó a dudar de
Javier tras enterarse que el ex Osasuna, dejaba al más chico de los Dos Santos
para llevarse al Bofo de safari. Luego del fuera de lugar, del golazo de Tévez,
de las declaraciones de Aguirre y del waka-waka, tras concluir el mundial, La
federación Mexicana mostró su incompetencia en la toma de decisiones para la
selección nacional. Otro caso de indisciplina se dio
lugar en las filas del TRI. En Septiembre del 2011 después de un juego ante la selección
de Colombia en la ciudad de Monterrey, varios jugadores organizaron una fiesta.
La FMF tuvo que sancionar a los implicados. Carlos Vela, Efraín Juárez,
Guillermo Ocho, Andrés Guardado, Carlos Salcido acusado por “Yamilé”, entre
otros, fueron castigados con una multa económica. Otro suceso parecido se dio lugar en Ecuador,
pero esta vez organizado Marco Fabián, Javier Cortes, Néstor Vidrio, Jonathan
Dos Santos y Néstor Calderón, integrantes de la selección que se preparaba para
disputar la Copa América a jugarse en Argentina. Como sanción, ocho jugadores
fueron separados del grupo y suspendidos por seis meses.
Un caso más de sustancias
prohibidas envolvió a la selección nacional en un escándalo. En el verano del
2011, Antonio Naelsón Sinha, Guillermo Ochoa, Christian Bermúdez, Javier Rodríguez
y Edgar Dueñas, fueron separados del plantel que disputaba la Copa Oro, poco
después fueron exonerados al comprobarse que la sustancia que habían consumido
se utilizaba para engordar reses. En el 2013 surgió otro caso de dopaje. Ben
Nichols, vocero de la Agencia Internacional Antidopaje había recibido un
expediente y la notificación de la FMF sobre casos de dopaje positivo en el
futbol mexicano. Ambos organismos decidieron no revelar a los jugadores
implicados, la propia Federación decidió no sancionarlos ante la presión de la
FIFA. Se rumora que pudo estar implicado José de Jesús Corona, portero de Cruz
Azul.
Con lo acontecido en la selección
nacional, algunos medios dejaron de prestarle atención a lo ocurrido en la Liga
MX y el Ascenso MX. Luego de ganar su pase a la primera división, en una junta
de dueños efectuada el 20 de mayo del 2013, se informaba a los medios que la
franquicia de “Los Reboceros” de la Piedad era vendida al empresario Fidel Kuri
Grajales, quien se llevaría al equipo recién ascendido para jugar en Veracruz, rebautizando
al equipo de los Reboceros como los “Tiburones Rojos”. Esta serie de traspasos
provoco que el equipo de Jaguares se trasladara a la ciudad de Querétaro, los
felinos tomarían el nombre del recién descendido. Por último el Club San Luis se
trasladaría a Chiapas y con esto se adjudicaba el nombre de Jaguares, el
estadio Víctor Manuel Reyna y la mitad del ex plantel de los Jaguares de
Chiapas. La ciudad de San Luis tuvo como único consuelo el futbol de la segunda
división. Todos estos cambios se hicieron con el consentimiento de la Liga MX,
siendo que en la junta de dueños ya no se permitiría la multipropiedad y se trataría
de fortalecer la credibilidad de la liga como una institución seria.
Actualmente Decio de María continúa
con su gestión al frente del futbol mexicano. Ante sus deseos de convertir a la
liga mexicana como una de las mejores del planeta, han importado diversas costumbres
de otras ligas, el protocolo, el himno, el código de ética, los estadios sin
rejas, la Copa MX, los patrocinadores, las sanciones ejemplares, y recientemente
los naturalizados o mejor conocidos como comunitarios. El implementar esto, no
garantiza que el nivel del futbol se mejore, estos cambios hacen que liga este
rodeada del espectáculo y la teatralidad.
Hay diversos aspectos que son benéficos
para el futbol, pero mas que implementar sanciones ejemplares, una necesidad
urgente del futbol mexicano es mejorar el arbitraje o tratar de combatir los
brotes de violencia que se genera en los estadios, como lo ocurrido en San Luis
o en CU. En estos y otros aspectos la liga mexicana necesita una mejora. Hay
que reconocer, también, los logros que ha alcanzado nuestro balompié con De
María, los dos campeonatos sub 17 y la medalla de oro en Londres son logros
importantes, pero que resultan escasos ante el tiempo y el dinero invertido en
el periodo de Decio. Una década de múltiples escándalos que poco a poco han ido
evidenciando el poco profesionalismo que existe en nuestro futbol.
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